Barack Obama ha prometido que no va a perder el tiempo en encontrar una solución para el conflicto entre israelíes y palestinos si llega a la Casa Blanca. “Mi objetivo es empezar a trabajar desde el primer minuto después de jurar el cargo para buscar algún tipo de solución”, dijo el candidato demócrata a la presidencia de EEUU ayer durante una visita a Jordania.
Sin embargo, el senador por Illinois rebajó las expectativas ante la complejidad de la situación. “Hay inestabilidad en el Gobierno israelí. Los palestinos están divididos entre Fatah y Hamás. Así que para ambos lados es difícil dar el paso grande que podría acercar la paz”, advirtió.
Obama, llegó ayer por la noche a Israel con el reto de ganar la confianza de un país que es el principal aliado de Washington en Oriente Medio y donde su candidatura despierta recelos, especialmente por su actitud más abierta hacia Irán.
A diferencia del todavía presidente George Bush y el candidato republicano John McCain, Obama ha insistido en que quiere iniciar sin “condiciones previas” negociaciones con Irán, a pesar de que el régimen de Teherán ha instado repetidamente a la destrucción de Israel. Ayer mismo un asesor del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, volvió a subrayar que Israel “desaparecerá próximamente”.
Otro asunto espinoso que ha enfrentado al candidato con los israelíes y parte de la comunidad judía en EEUU es el estatus de la Ciudad Santa. Para los judíos, sobre todo los de sectores ortodoxos, Jerusalén debe ser la capital eterna e indivisible de Israel.
Por vía de sus asesores, Obama ha dado a conocer su opinión de que el estatus de la ciudad debe establecerse, sin embargo, en las negociaciones que el Gobierno israelí mantiene con los palestinos, que exigen fijar en el este de Jerusalén la capital de su estado.
La posición tanto sobre Irán como sobre Jerusalén explica que Obama cuente con un respaldo notablemente menor en la comunidad judía norteamericana –tradicional votante demócrata–, que anteriores candidatos de su partido a la presidencia, según declaró a Efe el director en Israel de la Organización Sionista de (Norte) América, Jeff Daube.
El actual aspirante demócrata ha tratado de reducir ese déficit –que es poderoso en términos de influencia y se acrecienta aún más entre los aproximadamente 250.000 votantes estadounidenses que residen en Israel–, con la apertura de una web electoral en hebreo. Obama aseguró ayer que, gane quien gane en las presidenciales de noviembre, EEUU seguirá siendo un “amigo fuerte” de Israel
Salida de las tropas de Irak
Mientras, el candidato renovó ayer en Jordania su compromiso de retirar las tropas estadounidenses de Irak si gana las elecciones de noviembre. El senador norteamericano, que destacó que la situación en Irak ha mejorado en los últimos dos años, explicó que se trataría de una “retirada progresiva”, una vez que el Ejército iraquí tome el control de la seguridad en el país.
“Hay avances en la seguridad; ahora necesitamos una solución política”, agregó Obama. En su opinión, la reducción de la violencia en Irak se debe al “gran esfuerzo” de las tropas estadounidenses y a la colaboración mostrada por líderes suníes y las milicias del líder chií Muqtada al Sadr.
Obama, que tiene previsto reunirse con el rey Abdalá de Jordania antes de continuar su visita a Israel y los territorios ocupados palestinos, también defendió la importancia de presionar a Pakistán para que desempeñe un papel más activo en la “guerra contra el terrorismo”.
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